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Peoria, Arizona.- ¿Cómo podemos darnos cuenta de que Franklin Gutiérrez se siente saludable y con fuerza en estos entrenamientos? El mejor ejemplo fue un profundo jonrón por todo el jardín central en la victoria de los Marineros en su primer encuentro de la Liga del Cactus contra los Padres.
Pero quizás lo más importante sea que el veterano de 33 años de edad, que se ha visto limitado por problemas de salud y una enfermedad en los nervios llamada espondilitis anquilosante durante las últimas cinco temporadas, no descartó la posibilidad de volver a compartir tiempo de juego en el bosque central si se siente lo suficientemente bien.
“Es una buena pregunta”, dijo el ganador del Guante de Oro en el 2010 patrullando la pradera central, pero que tuvo que pasar al jardín izquierdo el año pasado después de no ver acción en 2014. “No estoy seguro. Todo depende de cómo se sientan mis piernas. Pero no dejo de pensar en esa posibilidad. Veremos qué sucede”.
A Seattle le encantaría que Gutiérrez fuera el bateador derecho que complementara al cubano Leonys Martín cuando sea necesario, pero el venezolano no ha podido correr bien ni mantenerse en salud para encarar dicho reto desde el 2013.
El gerente general Jerry Dipoto presentó la idea en un programa radial a comienzos de esta semana, pero el dirigente Scott Servais está avanzando con cautela por ahora.
“No sé”, dijo el piloto. “Definitivamente, ayudaría al equipo si puede y se siente cómodo haciéndolo. Pero lo más importante es asegurarnos de que Guti esté en una buena posición -en cuanto a su salud se refiere- y que podamos contar con él todo el año, porque nos enfrentaremos a muchos lanzadores zurdos”.
Gutiérrez jugó como bateador designado en el primer partido de pretemporada y mantuvo el mismo ritmo de la campaña pasada, cuando sacudió 15 cuadrangulares en apenas 171 turnos después de su ascenso desde Tacoma (AAA).
“Apenas es el primer partido. Sólo tratas de hacer contacto”, expresó Gutiérrez después ganar una batalla de nueve lanzamientos contra el relevista de San Diego, Cory Mazzoni. “Pienso que fue un buen turno. Me tiró pitcheos rompientes, rectas; mezcló todos sus lanzamientos. Tuve un buen swing me salió”.
Para Gutiérrez, mantenerse en el terreno con consistencia siempre ha sido un problema debido a su enfermedad, que ha aprendido a controlar con medicamentos, dieta y un régimen de estiramientos.
“No es un secreto lo que padezco”, dijo el guardabosque. “Trato de controlarlo lo más posible. Saben cómo utilizarme en el juego y lo mejor ahora es la comunicación que tenemos. Para mí, eso será importante durante toda la temporada”.
Uno de los principales motivos por el que Gutiérrez renovó con los Marineros tras convertirse en agente libre en la temporada muerta fue que podía estar con un club y grupo de preparadores físicos que conocen su historial médico.
“Eso fue muy importante”, declaró Gutiérrez. “Este es mi séptimo año con el equipo y es increíble cuando año tras año tienes la oportunidad de volver a jugar. Me siento muy contento de estar aquí; muy contento de estar con mis amigos y toda la gente aquí. Sólo estoy tratando de ayudar a mi equipo de la manera que pueda y divertirme”.
