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Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Wilson Ramos sacudió anoche su décimo jonrón de la temporada y ahora proyecta golpear 25 para cuando termine el calendario regular de 2016. Esa cifra le convertiría en el receptor venezolano con más cuadrangulares en una campaña.
La actual marca pertenece a Ramón Hernández, que con el uniforme de los Orioles de Baltimore se llevó la cerca en 23 oportunidades, en 2006. Víctor Martínez conectó 25 en 2007, con los Indios de Cleveland, pero tres de esos estacazos de vuelta completa fueron como inicialista.
Solo Salvador Pérez (2015), Hernández (2003 y 2006) y V-Mart (2004, 2007 y 2010) pertenecen al club de los receptores criollos con al menos dos decenas de vuelacercas en un año. Si Ramos mantiene el ritmo, podría ser el próximo miembro de ese reducido grupo.
Pero no es necesario recurrir al número de bambinazos con los que Ramos terminaría su actuación en la ronda regular para determinar el calibre de la campaña por la que está atravesando. Sus estadísticas actuales son suficientemente elocuentes.
El valenciano, de los Nacionales de Washington, se ha embasado en 28 de sus últimos 35 partidos, mientras que en nueve de sus más recientes 11 desafíos ha llegado a base por hit. En ese lapso liga .378 (de 37-14), con dos dobles, cuatro jonrones, 11 remolcadas y 11 anotadas.
Luego de dejar un promedio de apenas .229 en 2015, Ramos es el único pelotero en las Grandes Ligas que ha incrementado en al menos 100 puntos su average desde el año pasado (con un mínimo de 100 apariciones legales en 2016 y 500 en 2015), de acuerdo con Elias Sports Bureau.
Es la primera vez en su carrera que juega en temporadas seguidas sin estar lastimado, algo que de alguna manera ha influido, pero cada vez que los reporteros le preguntan sobre su mejoría con el madero, Ramos la atribuye en buena medida a la cirugía láser, para corregirle la vista, a la que se sometió durante los entrenamientos primaverales.
El sitio especializado Fangraphs muestra que sus swings a pitcheos fuera de la zona de strike han disminuido en un 6%, con relación a 2015. Eso puede explicar por qué es el catcher con menos ponches (24), luego de abanicar la brisa en 101 oportunidades en 504 turnos la zafra anterior. Este año proyecta 61 ponches en 458 veces al bate.
Ramos está muy cerca de tener los turnos legales para aparecer entre los líderes en el departamento de promedio en la Liga Nacional, pero en buena parte de la temporada ha sido el mejor catcher ofensivo de todas las Mayores.
Entre sus colegas con al menos 180 apariciones en el plato, el máscara de los Nats está al frente en average (.337), OBP (.386), porcentaje de slugging (.564), empujadas (36) y jonrones (10).
Toda esa producción acompañada de su acostumbrada sólida defensa, que lo llevó en 2015 a ser nominado al premio Guante de Oro.
Desde 2010, es noveno en MLB con 28,3% de aciertos retirando a corredores que intentaron robarle una almohadilla. Este año su porcentaje es de 35,3 (6 en 17), mientras que la efectividad de los lanzadores de Washington con él detrás del plato se ubica en 3.33, la mejor de todo el beisbol.