Créditos Imagen: Anderson Espinoza | Fotos: Daniel Sosa
Joseph Ñambre | Prensa LVBP
Caracas.- Anderson Espinoza tomó una decisión importante en días recientes, al firmar un contrato con Búfalos de Orix para jugar, por primera vez, en la Liga Japonesa de Beisbol Profesional (NPB por sus siglas en inglés), tras una breve pasantía con Cachorros de Chicago en la Major League Baseball, donde lanzó en 2022.
Un récord de 0-2 y una efectividad de 5.40 en siete presentaciones como relevista con los oseznos constituyen los registros del caraqueño, de 25 años de edad, que tras trabajar en 2023 en Ligas Menores (MiLB) para la organización Padres de San Diego, piensa que es el momento idóneo de cambiar de aires.
“Voy a experimentar la liga de Japón y eso me emociona bastante. Es un nuevo reto en mi carrera y lo asumo de la mejor manera”, señaló el pitcher derecho, perteneciente a Cardenales de Lara en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), al canal Grito Sagrado de la plataforma YouTube.
“Me siento muy emocionado porque voy a conocer otra cultura, probar otro tipo de comida y, sobre todo, porque voy a mostrar mi talento en otro continente (Asia). Espero que todo salga bien”, agregó el serpentinero, que pactó por un torneo con los astados. Claudio Rodríguez Otero, director del sitio web Beisboljapones.com, indicó que los términos económicos del acuerdo todavía no fueron revelados.
Unirse a Orix, que perdió 4-3 la Serie Japonesa ante Tigres de Hanshin en 2023, ocurrió después de trabajar con Cardenales en la ronda regular de la 2023-2024 de la LVBP. Allí vistió por primera ocasión la franela de la novena barquisimetana, luego de ser cambiado por Leones del Caracas.
Su actuación con los Pájaros Rojos fue muy positiva. En ocho presentaciones, dejó un récord de 4-2 con una efectividad de 3.92, tras aceptar 20 carreras -sólo 17 limpias- en 39.0 innings.
El diestro, que en 2023 laboró para Chihuahuas de El Paso en la categoría Triple A de MiLB, mostró su capacidad ponchadora con las aves. Totalizó 28 guillotinados y apenas repartió 12 bases por bolas. Exhibió un WHIP (relación de boletos obsequiados e imparables recibidos por cada tramo) de 1.59.
Su desempeño contribuyó, en gran medida, para que Lara ocupara la cima de la tabla en la ronda regular con un récord de 33-23. Eso lo llena de orgullo porque cumplió la tarea que le encomendó el club con sede en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez.
El lanzador dejó una marca de 4-2 y 3.92 de efectividad con Lara en la 2023-2024
“Cardenales de Lara es un equipo con una fanaticada muy exigente. Es una escuadra que siempre tiene la obligación de ganar y eso me gusta. Desde que me canjearon de Leones del Caracas, todos los miembros de la directiva de Lara me trataron muy bien. El mánager Henry Blanco y el capitán Ildemaro Vargas (segunda base) me dejaron claro que el objetivo era obtener el campeonato. La idea es representar a Venezuela en la Serie de Caribe Miami 2024. Eso me generó una gran motivación y por eso se produjeron buenos resultados”, admitió Espinoza, quien tras rubricar el convenio con Orix vio interrumpida su labor con los plumíferos, algo que los perjudicó en el arranque del Round Robin de la LVBP.
Los emplumados perdieron sus primeros cuatro choques y luego hallaron su mejor versión para imponerse en cinco de sus últimos seis partidos. Eso les permitió mejorar su foja en 5-5 y ubicarse en el segundo puesto del standing, el último que da acceso a la Gran Final de la LVBP.
Ausentarse de los diamantes en la postemporada del circuito invernal patrio generó algo de tristeza en el monticulista, pero él confía en que Lara podrá acceder a la instancia decisiva y conseguir el séptimo título de su historia.
Piensa que eso es factible porque posee un cuerpo técnico de mucha calidad, liderado por Blanco, finalista al premio Alfonso “Chico” Carrasquel, al Mánager del Año en la zafra actual.
“El cuerpo técnico de Cardenales es de primer nivel. Blanco es un magnífico piloto y está bien acompañado por coaches como Ricky Bones (pitcheo), Kenny Díaz (control de calidad), Selwyn Langaine (bateo), César Izturis (banca), Tomás Pérez (primera base) y Nelson Prada (antesala). Ellos saben cómo trabajar en los playoffs y son capaces de extraer el máximo potencial de los beisbolistas. Estoy seguro de que seguirán logrando buenos resultados”, añadió Espinoza quien disfruta de unas cortas vacaciones con sus familiares en la parroquia 23 de Enero de Caracas, antes de irse a la Tierra del Sol Naciente, donde los Entrenamientos Primaverales de la NPB se iniciarán a finales de febrero.
Agradeció a la LVBP por permitirle mostrar sus dotes como escopetero en un curso 2023-2024, que no olvidará porque también pudo representar a Cardenales en el Juego de Estrellas.
“Gracias a Dios participé en Juego de Estrellas con el equipo de Occidente y pudimos derrotar 9-2 a Oriente. Nunca había experimentado la sensación de estar en un escenario así. Me siento muy orgulloso de lo que conseguí y espero que en el futuro se presenten más oportunidades para trabajar en la LVBP porque es algo que disfruto bastante”, concluyó Espinoza quien en 2023 en Triple A exhibió una marca de 8-9 con un porcentaje de carreras limpias (PCL) de 6.15 en 28 inicios con El Paso. Con ese elenco también registró 117 guillotinados, 70 pasaportes y un WHIP de 1.67 en 131.2 entradas.
El derecho lanzó para El Paso (Triple A) en 2023 | Foto: The San Diego Union-Tribune
Amor por la LVBP
El derecho avileño admitió sentirse muy contento por haber disputado los dos últimos certámenes de la LVBP, el primero con Leones del Caracas y el segundo con Cardenales de Lara. Piensa que, gracias a eso, pudo mostrar su talento frente a sus coterráneos y conseguir empleo con Orix en la NPB.
“Jugar en la LVBP es lo máximo porque me permite mostrarme frente a mi familia que no tiene chance de verme trabajar en el exterior. También me permite compartir con los fanáticos venezolanos que son los mejores de toda América Latina”, dijo.
En Cifras
En dos justas de la LVBP, el lanzador Anderson Espinoza dejó una marca de 4-2 con una efectividad de 5.14 en 12 presentaciones, 10 de ellas aperturas. Toleró 29 rayitas -24 limpias- en 42.0 innings. Recetó 30 ponches y regaló 17 bases por bolas, una de ellas de carácter intencional. Mantuvo un WHIP de 1.81.