Caracas.- A lo largo de la historia del beisbol, la mayoría de los peloteros se han sentido cómodos llevando a sus hijos al trabajo. Las labores de sus retoños son jugar al bate y pelota. A muchos de esos niños se les puede observar desde pequeños con un guante en mano y, tal vez, algún día, emulen lo que han hecho sus padres. El ejemplo más reciente ocurre en Cardenales de Lara, pues César Izturis, después de tanto tiempo con el cardenal en el pecho, condujo a su primogénito a seguir sus pasos.

En las Grandes Ligas se puede disfrutar una y otra vez, aquel duelo del 14 de septiembre de 1990 (hace 30 años), en el que Ken Griffey Sr. y Ken Griffey Jr. hicieron historia. Los toleteros de los Marineros de Seattle se convirtieron en la primera pareja padre-hijo en batear jonrones consecutivos en un juego de MLB contra los Ángeles de California. Eso no tiene precedentes hasta la fecha.

En la pelota local también han ocurrido hechos parecidos, que involucran a padres con sus hijos en un mismo equipo de la LVBP.

Hace poco -en el 2019 para ser exactos-, Omar Bencomo Sr. y Omar Bencomo Jr. se convirtieron en la primera dupla padre e hijo con más triunfos combinados como lanzadores en la historia del circuito. Los Bencomo superaron las 70 conquistas del combo conformado por los Urbano Lugo. Eso fue una historia fascinante, pero ahora se escriben nuevas líneas de otra dinastía, con sede en Barquisimeto.

El viernes 27 de noviembre, César Daniel Izturis debutó con Lara cuando se inauguró la temporada 2020-2021. Durante ese encuentro se fue de 3-0, con una anotada. Al día siguiente, el camarero conectó su primer hit en el circuito criollo. Pero, en la jornada dominical llegó el que hasta ahora ha sido el turno más importante en su incipiente carrera en la LVBP. Izturis Jr. dejó en el terreno a los Bravos de Margarita, con un triple barre bases, y mantuvo vivo el legado de su padre con la novena crepuscular.

El batazo de César Daniel Izturis liquidó a Bravos y el primer en felicitarle fue su padre

“De verdad contento con la oportunidad que me dan en Cardenales. Nunca imaginé que tuviera un debut así, pero sí lo soñé”, confesó el bisoño pelotero. “Yo solo hago lo que me piden para ganar juegos”.

Pero César Daniel no debutó solo, pues tenía de cerca a su padre. El ganador al Guante de Oro en la Liga Nacional en 2004, es el actual coach de control de calidad de los larenses. Una parte primordial de una novena que está intentando fraguar el tricampeonato por lo conseguido en los últimos años.

“Representa mucho. Orgullo satisfacción. Estar aquí como coach ayudando a Cardenales. Este equipo ha sido mi vida y ver a mi hijo es un poquito más”, expresó César Izturis Padre, ex jugador del equipo por 13 temporadas, entre ellas la del campeonato de la 2000-2001.

Izturis Jr. tiene mucho del padre. La especialidad de su progenitor siempre fue el guante, esa misma calidad está fluyendo en la segunda base de los crepusculares. El gen defensivo está más que presente, lo que se refleja en las similitudes en cada paso.

“Es el ADN. Solamente salgo al terreno a jugar y las jugadas salen”, contó entre risas infielder de 21 primaveras cumplidas. “Significa demasiado. Es un orgullo para la familia representar al mismo equipo”

Obviamente, ser padre es una cosa y entrenador otra, pero igualmente César Izturis Sr. sabe lo que debe decirle a su benjamín.

“Trato de educarlo de la manera que aprendí en mis tiempos. Que se relaje y juegue la pelota como sabe. Que mejore día a día, porque es lo bonito del beisbol, aprender”, relató el ahora entrenador.

El instante fue el indicado para César Daniel Izturis. Tuvo un estreno perfecto y agregó otro linaje de peloteros a la rica historia del circuito.

“Sí, es una dinastía que venimos legando. Orgulloso que haya debutado en este momento. Así como él lo dijo, no lo pensó, pero si lo soñó. Yo también hice lo mismo, yo soñé con este momento. Creo que todos los peloteros que tenemos hijos queremos verlos allí en el terreno, en el que tanto jugamos”, explicó César Izturis Sr.

Los Izturis son la sexta estirpe de padre e hijo que viste el uniforme de Lara. Las otras son Juniel y Juan Querecuto; Pablo y Steve Torrealba; José, Elvis y Edwin Escobar; Domingo y Domingo Eloy Carrasquel; así como Jesse y Jeremy Barfield.

La historia avanza con las parejas de padre e hijos como managers y jugadores en la LVBP. Pompeyo y David Davalillo. Incluso los managers importados Rubén Amaro y Oswaldo Virgil, vieron a sus retoños actuar en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

En Margarita, Bencomo Sr. es instructor de su hijo, como ocurre ahora con los Izturis en Barquisimeto.

“Me presiono con todo. Me presiono más como coach que como jugador, pero el orgullo es ver a mi hijo siguiendo mis pasos”, finalizó César Izturis Sr.