Desde aquel 10 de enero de 1984, Venezuela mantiene la ilusión de volver a recibir una vez más la noticia de que uno de sus dignos representantes en las Grandes Ligas ha sido elegido al Salón de la Fama, un privilegio del que solo goza Luis Aparicio.

Ahora parece ser el turno para Omar Vizquel, el notable ex camporcorto venezolano es uno de los nombres más sobresalientes que por primera vez aparecen en la papeleta de votación para promoción 2018 del Salón de la Fama de las Mayores.

Con razones de sobra, Vizquel volverá a despertar esa ilusión de que uno de nuestros compatriotas reciba el visto bueno de al menos el 75 por ciento de los más de 430 electores de la Asociación de Escritores de Beisbol de América (BBWAA por sus siglas en inglés), quienes tienen la tarea de debatir si el criollo reúne los pergaminos para ser parte de la cofradía inmortal del beisbol. 

Se hace imposible comenzar cualquier análisis sobre los méritos de Vizquel, sin primero exaltar una carrera marcada principalmente por la excelencia de sus virtudes defensivas en el shortstop, que le sirvieron para ganar 11 Guantes de Oro, ocho de manera consecutiva y asistir a tres Juegos de Estrellas.

Durante la mayor parte de sus 24 años de carrera en las Mayores, Vizquel fue el mejor en su posición desde el punto de vista defensivo, un aspecto fundamental para el éxito en este juego, incluso tomando en cuenta las nuevas tendencias estadísticas, que no estaban de moda para la época dorada de Omar.

Son innumerables los registros defensivos que avalan la candidatura de Vizquel. Sin embargo, no se pueden esconder las cualidades que con el madero tenía este mago de las paradas cortas, al punto de que le sirven generar un justo debate sobre sus opciones reales que puede tener para ser considerado un digno aspirante a entrar en la legendaria vitrina que está asentada en Cooperstown.  

Vamos a comenzar por el inicio, como dicen en mi tierra. Ubicando a Vizquel en una justa medida, cómo lo que es: un shortstop con las características que reunieron los peloteros de esa posición en su era.

Ningún bigleaguer en la historia ha defendido el campocorto más veces que “Manos de Seda”, nadie para ser más preciso. Sus 2.709 apariciones en las paradas cortas corresponden a un 93% del total de sus encuentros en la Gran Carpa.

En Cooperstown hay exaltados hasta ahora un total de 17 legendarios grandeligas que jugaron al menos el 75% de su partidos en la sexta posición. De esa lista que incluye a Aparacio, a Vizquel (2.877) solo lo superaría en hits  Cal Ripken (3.184), y estaría por delante de los 2.749 que disparó Luke Appling; del mismo modo que estaría en cuanto a anotaciones con sus 1.445, apenas detrás de Ripken (1647) y al frente de Honus Wagner (1414).

En este mismo sentido, Vizquel sería el cuarto en dobletes (456), por detrás de Wagner (596) y superior a Barry Larkin (441). Si se trata de robos de base (404), se ubicaría en el cuarto peldaño, escoltando a Wagner (601), Smith (580), Aparicio (506).

Vizquel nunca fue considerado un productor de carreras; sin embargo, en esta misma medida, solo tres de los shortstops exaltados superan las 951 remolcadas del criollo.

En cuanto a los promedios, su porcentaje con el madero fue de .272 y su OPS (porcentaje de embasado más slugging) de .688, es decir el séptimo y el octavo, respectivamente, entre esa prestigiosa lista de 17 paracortos inmortalizados. Hay que tener en cuenta que este grupo se reduce a 11, si la muestra a evaluar es con un 85% del total de desafíos defendiendo el shortstop.

De acuerdo con Baseball Referente, la media de los bateadores que son miembros de Cooperstown, se refleja en: 1.329 en cuanto a anotaciones, 2.406 en imparables, 413 en dobles y 1.221 para las impulsadas. Vizquel solo no supera esa barrera en el renglón de las traídas al plato.

Del grupo de 251 bateadores que tienen una placa en el gran pabellón del beisbol, hay 34 que sonaron más indiscutibles que Vizquel, otros 57 anotaron más carreras y unos 27 que sumaron más estafadas de manera vitalicia.

Vizquel tendrá el desafío de convencer con estos números a al menos el 75% de los más de 430 votantes que tiene la Asociación Americana de Escritores de Beisbol, pero siendo justos al momento de comparar a sus colegas ya exaltados, “Kike” tiene los argumentos necesarios como para acompañar a “Luisito” en el abanderamiento del tricolor nacional en Cooperstown. Ya después le tocará Miguel Cabrera y a otros más.