Valencia.- “El trabajo paga”. La frase lleva la firma y sello de Robert Pérez, una deidad perteneciente por la eternidad al Olimpo de la LVBP, que hoy escucha a un grupo de fieles repetir su mantra en los Navegantes del Magallanes, equipo en el que por estos días predica la palabra del bateo, con Alberth Martínez como discípulo a la mano derecha.
Martínez es uno de los bateadores con mayor consistencia durante el último lustro de la pelota rentada local. Hecho que dice mucho, al tratarse de un pelotero que al comienzo de su carrera destacaba por la habilidad defensiva en las praderas, sin mayor énfasis en la capacidad con el madero.
La metamorfosis se sustenta en los 32 jonrones y las 126 carreras remolcadas para el nativo de San Félix en las recientes cinco temporadas, cifras topes para pelotero alguno del circuito, acorde a una búsqueda en el portal Pelota Binaria, antes de la jornada del viernes.
Parte del mérito, lo tiene, como no, su paisano guayanés, perpetuo ídolo de Cardenales de Lara.
“Mientras estemos en este negocio hay que trabajar duro, como dice Robert Pérez: el trabajo paga. Mientras se trabaje fuerte, con constancia y disciplina todo irá bien”, dijo el toletero a la LVBP.com.
El curso anterior, el primero de Pérez como instructor de la divisa del Cabriales, Martínez fue líder del departamento de cuadrangulares en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, con ocho. Una marca personal en 10 campañas, todas con los eléctricos.
“Todos conocemos a Alberth como un chamo trabajador. Aquí todo el mundo sabe que si llegas temprano vas a conseguirlo en el gimnasio haciendo pesas. Un chamo que en los últimos años ha venido mejorando, siendo referente en el equipo”, mencionó Pérez, miembro del Salón de la Fama del Beisbol Venezolano, clase 2021.
Las palabras del hombre que se labró el emblemático mote de la “Pared Negra” en los terrenos locales, recuerdan a las que durante 27 zafras y aún en la actualidad, se oyen de innumerables personajes ligados al deporte, en referencia a los más altos cánones de disciplina y respeto hacia el juego que él mismo profesó.
Ningún beisbolista, tiene más partidos disputados con el conjunto bucanero que Martínez desde la 2017-2018, con 200. Y desde su estreno hace una década (278), solo Mario Lisson (349) y Ronny Cedeño (312) le superan.
El ruedo con mayor cantidad de compromisos a su registro fue justo la 2017-2018. Omar Malavé comandó su segundo certamen con la carabela, primero completo, y le alineó un total de 55 veces. El piloto cumanés, quien también dirigió a Pérez en la época dorada de los pájaros rojos a finales de los años 90, fue determinante en el asentamiento del guardabosque turco.
“Buena persona, buen mánager, buen amigo, que habló bastante conmigo, diciéndome muchas cosas positivas”, rememoró con afecto Martínez acerca del entrañable timonel, fallecido en fechas recientes. “Desde que comencé a jugar con él, me gané mi puesto, cada vez que me incluía, hacía el trabajo”.
Desde entonces, pocos se atreverán a cuestionar que la constancia del outfielder de 30 años de edad, le ha encumbrado como la gran figura criolla de la Galera, tomando el testigo de ídolos magallaneros como Lissón o Endy Chávez, de quien alguna vez dijo, fue la persona que más enseñanzas le dejó en el campo.
Alberth Martínez no solo aporta con su ofensiva, sino un solvente guante en los jardines
Martínez, jugó el pasado verano en México con los Generales de Durango. Allí dejó discreta línea de .256/.320/444 en 40 cotejos, en los que conectó cinco vuelacercas y remolcó 24 carreras.
Apenas terminó su labor en tierras aztecas, se uniformó en la primera edición de la Liga Mayor de Beisbol Profesional, primero, con Guerreros de Caracas, terminando en el podio de empujadas de la Ronda Regular, con 18, tras 25 desafíos. Y luego, comandando como refuerzo la coronación de Senadores de Caracas, con nueve impulsadas en seis choques frente a Marineros de Carabobo.
A pesar de terminar por todo lo alto en la LMBP, su inicio en el presente campeonato no fue el esperado.
“No vi la experiencia en México y en la Liga Mayor como una carga, sino como una preparación para afrontar esta temporada, listo desde el principio. Arranqué un poco flojo pero el trabajo me ayudó a salir de los malos momentos. Robert Pérez me ayudó bastante en el bateo, el mánager (Wilfredo Romero) también me habló mucho y agarré los consejos de ambos”, explicó Martínez, que ya exhibe un promedio superior a .300 y es segundo en estacazos del conjunto con seis.
“Creo que algunas veces lo sentó el mánager para que descansara, analizara y pensara, para que viniera con cabeza fresca a agarrar su ritmo. Estamos esperando más de él, yo sé que es mejor, aunque ha avanzado muchísimo. Sabíamos que iba a salir de eso. El trabajo siempre va a pagar”, abundó Pérez, con el enunciado marca registrada de su evangelio.
EN CIFRAS
Alberth Martínez no conectó jonrones, con dos dobles, apenas una remolcada y .721 de OPS, en seis juegos durante el mes de octubre. Luego, entre noviembre y diciembre, exhibía una robusta línea ofensiva de .316/.347/.588, con siete biangulares, tres triples, seis jonrones, 23 impulsadas y .935 de OPS, antes de la jornada del viernes. Durante ese lapso, sus remolques son la novena cantidad más alta en la liga.
