Créditos Imagen: Foto: AVS PHOTO REPORT
Eduardo Acosta | Prensa LVBP
Puerto La Cruz.- Emulando a los bigleaguers criollos de tiempos de otrora, Hernán Iribarren, prácticamente, se bajó del avión para ponerse el uniforme de Caribes de Anzoátegui y de una vez figurar en el lineup del conjunto aborigen desde la propia jornada inaugural celebrada en el jueves por la noche. El barquisimetano desea continuar con la buena racha que dejó durante el verano de 2016 con los Rojos de Cincinnati.
“Aquí estamos, cumpliendo con la organización para hacer mi trabajo, tengo un compromiso y es el de responder ante tanta confianza y buen trato que se me ha dado desde que soy parte de este equipo y que mejor forma de hacerlo que a partir del mismo primer día de temporada”, comentó Iribarren.
El versátil jugador vivió todo un cuento de hadas este 2016 en las Mayores. Luego de siete años de ausencia regreso a las Grandes Ligas tras una gran actuación con el uniforme del Louisville, conjunto con el que quedó campeón bate de la Liga Internacional (Triple A), tras ligar para promedio de .327, producto de 122 inatrapables en 373 veces al bate. Además descargó 20 dobles y tres cuadrangulares, mientras remolcaba 35 carreras y anotaba otras 46 anotadas. Además negoció 33 boletos y dejó un porcentaje de embasado de .380.
Al recordar la experiencia, Iribarren no puede ocultar su satisfacción.
“Agradezco al Señor por esa alegría que me dio este año de volver a las Grandes Ligas. Sin Él no hubiese sido posible. Eso llevó mucha alegría a mi familia y a todas las personas que siempre me han apoyado. Afortunadamente, la temporada en Triple A fue muy buena y cuando llegué a Cincinnati mantuve ese ritmo y pudimos responder en todas las oportunidades que me dieron", dijo Iribarren, quien ligó .311 en 45 turnos con los Rojos.
La espera fue larga, pero nunca perdió la fe en que un día volvería al Big Show.
“Siempre seguía luchando y trabajando duro todos los días porque sabía que en algún momento llegaría la oportunidad de hacer lo que sé hacer en el terreno de juego y, gracias a Dios, se dio este año. Nunca hay que perder la fe, eso sí, hay que trabajar y poner mucho esfuerzo tanto físico, como mental”, relató.
A DAR LO MEJOR
Iribarren quiere contribuir desde el mismo primer día de temporada y su rápida presencia con La Tribu es prueba de ello. No obstante, no será por mucho tiempo ya que sólo estará un mes en Venezuela, pues luego debe estar al lado de su esposa que dará a luz a una niña, un motivo más que suficiente para que el experimentado pelotero se destaque sobremanera de aquí en adelante.
“Solo estaré un mes, seré padre de una niña y eso me tiene muy feliz, luego de que mi esposa dé a luz veremos si regreso o no, estamos pensando todavía en esa posibilidad. Por lo pronto estoy enfocado en hacer mi trabajo con Caribes y ayudarlos lo más que pueda para que el conjunto llegue más allá de los playoffs”, enfatizó.
Caribes, según Iribarren, está para grandes cosas en esta campaña. El bigleaguer ve con buenos ojos el material con el que cuentan los anzoatiguenses en la actualidad y no duda que es el gran favorito para estar en la Serie Final una vez más.
“Este equipo siempre está peleando y eso seguirá ocurriendo en esta temporada. Me gusta los cambios que hicieron, trajeron peloteros de experiencia en esta liga como Luis (Jiménez) y hay mucho talento joven. Es un equipo muy bueno, compacto. Le veo con un semblante mejor que en anteriores campañas. Va a tener un buen año y dará una gran batalla desde el principio hasta el final”, expresó.