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Después de ocho temporadas se escuchan rugidos en una final

18/01/2019

Fotos: AVS PHOTO REPORT

Pedro Felipe Hernández | Prensa LVBP

Puerto La Cruz.- La pasada semifinal en el mismo quinto encuentro de la serie ante Caribes de Anzoátegui, los Leones del Caracas tuvieron una cara totalmente distinta, no pudieron celebrar y la principal razón fue que los brazos no cumplieron su cometido desde el montículo. Este año las cosas decidieron enmendarlas.

“El pitcheo es lo mejor que tenemos y sin duda aprendimos que eso nos faltó el año pasado y pudimos esta temporada arreglarlo, así que aquí estamos”, reconoció el manager Mike Rojas.

Con brazos como Craig Stem, que logró 17 entradas sin permitir una carrera limpia y ganó tres encuentros, para ser considerado el Más Valioso de la ronda, es un punto claro de que por allí no iban a poder derrotar a los capitalinos.

“Todos sabían que esta serie no iba a ser fácil, pero logramos barrer aquí y todo el mérito es de los muchachos, porque vaya que jugaron muy bien y nunca se rindieron”, aseguró Rojas.

Es cierto que contar con un cuerpo de lanzadores inquebrantables, que en materia de zurdos sumó 23.1 entradas entre Alex Delgado, Logan Darnell, Frank Aliangel López y Carlos Piña y permitió apenas siete anotaciones, con 15 ponches recetados, seis boletos otorgados y les batearon para .214 de AVG (De 84-18).

“Yo iba por tirar todo el juego. Buscaba lanzar completo para darle a Caracas el pase a la final, pero por el clima, los bateadores de Caribes que son grandeligas y la situación, era mejor no salir para el séptimo, para darle la oportunidad al bullpen”, confesó el mexicano Delgado. “A mí me dijeron que hiciera todo lo posible por llevar a Caracas a la final y eso fue lo que hice, ahora nos toca ser campeones”.

El pitcheo no sólo fue parte primordial de la barrida conseguida en una plaza tan complicada como el Alfonso “Chico” Carrasquel de Puerto La Cruz, que vio caer su racha de 10 juegos en fila sin perder en postemporadas, sin contar las finales, también el bateo explosivo de Ramón Cabrera, encaminó a los capitalinos.

Cabrera soltó bambinazo en el cuarto encuentro y en el quinto le repitió la dosis a la “Tribu”, a pesar de no ser el receptor diario de la ronda regular, ahora nadie lo saca de ser titular.

“Yo sé que no tuve mucho juego en la ronda regular, pero no le paro a eso, porque nunca bajé la cabeza y en la postemporada, desde que enfrentamos a Tigres de Aragua, he hecho lo posible por ayudar al equipo y las cosas salieron”, declaró el careta.

Cabrera también es considerado a llevarse el honor de llamarse el más sobresaliente de la ronda de semifinal, pero él no cree que lo merece, sino el equipo completo.

“Aquí no hay un solo MVP, no me considero eso, porque todos dimos el cien por ciento y lo importante era llevar al equipo a la final. De hecho, estoy orgulloso de poder disputar mi primera final con el Caracas en mi carrera”.

Si de batazos se trata, uno que se debe tomar en consideración es el cubano Félix Pérez, que como en el pasado no puede ser olvidado. En los momentos clave ha aparecido con un batazo que lo recordará por mucho tiempo. En la parte alta del octavo episodio, Brennan Bernardino dejó un envío alto en la zona y el zurdo aplicó la que muchos recuerdan era su especialidad, que es aniquilar a los zurdos.

Con jonrón dantesco al jardín derecho, a pesar de ser la tercera empujada de la contienda y mostrar un promedio de .143 en 21 turnos al bate, este logro de pasar a la final tiene su nombre y apellido.

“Esto que hicimos va a quedar para la historia, porque ganar tres juegos en una plaza tan difícil como Puerto La Cruz no es fácil y menos contra un equipo tan fuerte en los últimos años como Caribes”, reconoció el jardinero, que disputará su tercera Final de la LVBP y primera con los Leones. “Esta final que jugaremos contra Cardenales (Lara) o Navegantes (Magallanes) será al rojo vivo y paralizará al país”.

Antes de iniciar la temporada los capitalinos lograron contratar al campeón bate de la filial Doble AA de los Azulejos de Toronto, Harold Ramírez, sin pensar quizás, que sería uno de los toleteros más poderosos del circuito, pero la gerencia no sólo se movió en tenerlo desde el primer día de temporada, sino que, movió cielo y tierra para traerlo de regreso a la postemporada, a pesar de que los Marlins de Miami lo habían mandado a parar.

“Sí, yo creo que el movimiento de la gerencia por traerme de vuelta fue algo sumamente importante, porque yo sé lo que podía aportar con el bate y aunque me habían dicho que debía parar, ellos no se rindieron y lograron mi permiso”, destacó el campeón bate de la zafra 2018-2019. “Ahora estamos todos en la final listos para dar el granito de arena. He estado en otras finales, pero este vale oro porque este equipo lo vale todo”.

El colombiano Ramírez es uno de los peloteros que estuvo desde el primer día de campaña, pero debió abandonar un tiempo su actuación. Sin embargo, uno que no dejó de batear y se ha convertido poco a poco en una insignia del conjunto capitalino es Harold Castro, quien acaparó los reflectores en cada momento, desde el inicio.

“Yo creo que este año fue mágico por llegar a las Grandes Ligas. Es lo que cualquier pelotero quisiera hacer desde niño, pero este momento de disputar una final con el equipo que tanto quiero es mucho más grande y es para cerrar súper orgulloso”, resaltó el caraqueño, que aseguró su participación en la Gran Final, pero para la Serie del Caribe es posible que se le escape de sus manos.

En la gerencia de Luis Ávila (presidente) y José Manuel Fernández (gerente deportivo), se notó los grandes logros en moverse con las contrataciones, cambios y refuerzos estudiados para cada ronda, pero según el mismo estratega Mike Rojas confesó que: “En todos lados los equipos luchan por ser campeones y estos muchachos merecen todo el crédito”.

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