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La próxima travesía del Magallanes

25/01/2018

Foto: AVS PHOT REPORT¨

Giner García | BeisbolPlay

Caracas.- Como todo equipo al concluir cada justa, a los Navegantes del Magallanes les corresponde hacer el análisis de lo sucedido y discutir una serie de puntos de vital importancia para la próxima temporada.  Estos son algunos de ellos.

 

EL MANAGER

Este es el punto de partida de todo: la ratificación o no del piloto Omar Malavé. 

El experimentado estratega cumanés fue duramente criticado durante la postemporada por algunas decisiones que tomó en juegos cerrados, sobre todo en la serie ante Caribes. No obstante, la pregunta que surge de inmediato es ¿fue el dirigente la causa principal de la debacle magallanera? Definitivamente la respuesta es no. Malavé hizo o dejó de hacer ciertos movimientos que muchos consideraron fueron clave en el desarrollo de los encuentros, pero más allá de la subjetividad que esto lleva implícito y del hecho de que nunca sabremos qué hubiera pasado de haber movido sus piezas de una forma diferente, Malavé fue a la postemporada con un pitcheo abridor que estuvo muy lejos del mínimo requerido para aspirar a ganar, limitando al Magallanes en su probabilidad de luchar los juegos. Además, su lineup quedó agujereado al perder a figuras de la estatura de Adonis García y Andrés Eloy Blanco.

De Malavé hay que destacar que logró recuperar un clubhouse que se había resquebrajado en la temporada anterior y de igual manera sacó el mejor provecho de sus piezas, mezclándolas acertadamente para ganar 35 desafíos durante la eliminatoria y asegurar la clasificación de manera tempranera. A menos que surja algún candidato de última hora, todo indica que Malavé tendrá la primera opción para dirigir al club en el campeonato 2018-19.

 

EL QUIEBRE GENERACIONAL

Magallanes pareciera estar muy cerca de ese punto en el cual una generación comienza a despedirse y otra asume el rol protagónico.

Este proceso comenzó formalmente hace un poco más de una semana, cuando Mario Lissón sorprendió a la afición con la noticia de su retiro, lo que deja a la nave sin uno de sus bateadores más productivos de las últimas siete campañas. Y si vamos más allá, Endy Chávez cumplirá 40 años en menos de un mes y Ronny Cedeño 35. Esto no significa que los estemos retirando de una vez, o sacando de la ecuación de sopetón, pero a la edad del jardinero central la mayoría ya ha colgado los spikes y después de los 35 la curva descendente puede aparecer sin previo aviso, pese a que es justo recordar que el infielder carabobeño viene de su mejor temporada en el circuito venezolano.

La divisa valenciana sigue contando con figuras de amplio recorrido y que aún guardan mucha gasolina en el tanque. El catcher Jesús Sucre y el jardinero José Tábata son dos de ellos. Los relevistas Deolis Guerra, Pedro Rodríguez y José Flores son tres más. Sin embargo, en el caso específico de Sucre, su estatus de grandeliga podría significar que en algún momento cercano limite su actuación en la pelota invernal, mientras que Tábata tiene que demostrar que puede regresar al mismo nivel que le vimos en la 2016-2017.

En ese sentido hay varios jugadores que serán clave en la nueva estructura de los Navegantes, una que debe tener un balance muy adecuado entre la juventud y la experiencia.

Uno de ellos es Luis Arráez, el dinámico camarero y bateador zurdo que no pudo jugar debido a una delicada lesión sufrida en el Norte a principios de 2017. Otros dos son el campocorto Rayder Ascanio y el jardinero Alberth Martínez, dos de las notas más refrescantes del equipo en esta temporada. En estos tres peloteros podría concentrarse el 75% de la línea central del club.

De apenas 21 años, Ascanio promete seguir evolucionando en su ya sólida defensa y, principalmente, en una ofensiva que poco a poco lo puede llevar a ser un jugador más completo; al tanto que si bien es cierto que Martínez debe demostrar que su actuación no fue producto de la casualidad, lo logrado por el guayanés obliga a la escuadra a hacer sus planes pensando en él como su centerfielder.

Otra pieza fundamental es el catcher Luis Torrens, quien enseñó buena parte de las razones que lo llevaron a las Mayores con los Padres de San Diego. Con un año más de experiencia, el carabobeño es un firme candidato a llenar el 25% restante de la línea central, al menos durante la potencial ausencia de Sucre.

Magallanes no debe tirar la toalla con Samir Duéñez. El bateador zurdo no ha podido producir en nuestra pelota al mismo nivel que en el sistema de ligas menores de Kansas City, pero la muestra es muy corta -34 juegos apenas- y se trata de un jugador muy joven -21 años- en pleno desarrollo que debería terminar siendo un buen pelotero en esta liga.

Otro nombre que es parte de esa generación de relevo es Anthony Santander, a quien se le ha visto muy poco en los terrenos nacionales. Hombre de fuerza y ya con un “cafecito” en el Big Show, la tarea de la gerencia será lograr convencer al jardinero margariteño para que vista nuevamente el uniforme de la divisa, como lo hizo en la 2015-2016.

 

REFORZAR EL PITCHEO ABRIDOR CRIOLLO

Esta es, probablemente, la más complicada de todas las metas que tendrá por delante la oficina. Y las razones son muy sencillas: los brazos disponibles no abundan y rara vez un equipo está dispuesto a ceder a sus mejores pitchers.

Magallanes dependió en un altísimo porcentaje de los abridores importados, y allí estuvo quizás la principal causa de lo que fue el perenne dolor de cabeza que padecieron los componentes del cuerpo técnico.

La nave ha pagado caro el hecho de tener en sus arcas talento de la estatura de Antonio Senzatela y Yohander Méndez. De Eduardo Rodríguez y Martín Pérez. De Dedgar Jiménez y José Gregorio Castillo. De Luis Martínez, Jesús Tinoco, Orlando Romero y Ricardo Sánchez.

A ese grupo de brazos de alta potencialidad la afición magallanera los ha visto poco o nada y, probablemente, en la mayoría de los casos tampoco los vea con el uniforme naviero en el próximo torneo, pero es menester que la gerencia encuentre la fórmula que le permita contar con algunos de ellos, así como prioridad es reducir la dependencia de los tiradores importados.

La temporada 2018-2019 ya arrancó para el Magallanes. Faltan un poco más de nueve meses para que se escuche la voz de play nuevamente, pero desde ya se inició la travesía de un equipo que buscará recuperar el rol protagónico que tuvo entre las justas 2012-2013 y 2015-2016.

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