Caracas.- Para determinar la situación de los Tiburones de La Guaira solo hay que darle un vistazo somero a la tabla de posiciones. El equipo está en lo más bajo, el último lugar. Es una casilla que ninguna novena desea ocupar, sobre todo después de la segunda mitad de la campaña.
Si bien los escualos son los cuartos mejores en promedio colectivo, con .284, y poseen un buen bullpen con una efectividad de 3.57, han tenido problemas con su cuerpo de abridores (5.05 de efectividad) y dificultades para dar el batazo grande (el slugging general es de .369 y solo ostentan nueve cuadrangulares). Pero la forma más razonable para entender mejor el último puesto de los salados es preguntarle al manager Oswaldo Guillén: ¿Qué ha pasado?
“De verdad que las últimas dos semanas no hemos tenido nada a favor. Estaba preocupado con el pitcheo abridor porque nos hacían muchas carreras y eso significaba trabajo para la ofensiva que no ha estado en sus mejores momentos, no somos un equipo jonronero”, dijo el estratega. “También hay pequeños detalles que la gente no ve pero que influyen: un strike mal cantado o un dobleplay que no se puede hacer. Todo eso puede abrir un juego”.
Las dificultades en octubre y la primera quincena de noviembre la han colocado un reto complicado –pero no imposible- a los salados: a partir de la séptima semana le restaban 30 encuentros, de los cuales deben ganar 19 para culminar la ronda regular con récord positivo.
“Yo no tengo presión. Voy a salir al terreno igual. Sé que las energías están allí, y soy muy positivo. Quiero ganar. Esta es una liga complicada. Ganas tres y te metes en la pelea”, prosiguió Guillén. “Para mejorar hay que seguir haciendo ajustes. Tomar buenos turnos e ir día a día. No tengo ninguna queja de la entrega de este equipo, porque está jugando como se debe”.
Así como las cosas buenas no han ocurrido en el terreno tampoco han pasado con la importación. El receptor e inicialista Isaías Tejeda sufrió una fractura en la mano derecha y el infielder Nate Orf terminó su pasantía con el equipo. Ambos eran dos de los tres mejores paleadores en el roster.
“Eran los más consistentes del equipo pero hay que hacer los ajustes y más nada”, comentó. “Hay que jugar para tapar los huecos y eso será difícil, pero todos deben salir con la confianza de que van a ganar. Son piedras en el camino que hay que patear y seguir”.
Por la salida de Orf, La Guaira inscribió en el roster al joven José Brizuela, quien será el encargado de defender la antesala en algunos encuentros.
BRIZUELA ESPERA AYUDAR
Brizuela comenzó el año en la Liga de la Frontera y gracias a sus buenos números los Dodgers de los Ángeles le ofrecieron un contrato.
“Estoy aquí para ayudar al equipo a ganar y a clasificar”, dijo el novato, quien bateó .321 en 280 turnos en el circuito independiente, mientras despachaba 13 jonrones y remolcaba 59 carreras.
“Vengo a jugar duro y a competir con los muchachos”, enfatizó el maracayero, quien nunca antes había pisado un terreno de la LVBP.
“Al principio si voy a estar un poco nervioso, pero este es el mismo juego que he jugado desde niño”, aseguró. “(El piloto) Guillén me dijo que jugara mi juego. Aquí el grupo es bueno. Ahora tengo que tratar de ayudar al equipo a ganar”.
Después de firmar con la organización californiana, Brizuela participó en 16 encuentros Clase A+ y sacudió 18 imparables en 51 turnos (.353).
“Este 2017 fue un año de aprendizaje, crecí bastante como pelotero y agradecido con la oportunidad que me dieron los Dodgers”, culminó el antesalista, que fue subido por La Guaira desde el Programa de Desarrollo.
