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Mario Lissón, un bate que cuenta en enero

08/01/2017

Mario Lissón Foto: AVS PHOTO REPORT

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Caracas.- Mario Lissón sabía que la bola abandonaría los confines del Estadio Universitario, cuando conectó con autoridad una recta del zurdo Kramer Sneed, que aterrizó a mitad de gradas del jardín izquierdo, el viernes por la noche.

El estacazo, que consiguió a tres hombres en circulación, no solo fue el primer grand slam de su carrera en postemporada, sino que le ayudó a elevar a 25 su total vitalicio de jonrones, cifra que le empató con Antonio Armas, miembro del Salón de la Fama, en el décimo lugar en la historia de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

“Estoy contento y orgulloso por las cosas que hago aquí, siempre que pueda conseguir ese tipo de marcas personales para mí es un orgullo. Tengo que seguir trabajando para continuar mejorando. Lo más importante es ganar, indiferentemente a los números personales, porque si no ganamos no pasa nada”.

Pedro Mena, gerente deportivo de Caribes, estaba seguro que Lissón mejoraría las posibilidades de triunfo de Anzoátegui, tras la partida de Balbino Fuenmayor, que debió ausentarse para cumplir un plan de entrenamiento físico ordenado por los Bravos de Atlanta, su nueva organización en las Grandes Ligas.

“Mario no solo cubre la primera base, sino que también puede hacerlo en la antesala y los jardines, lo que agrega un valor adicional a su presencia en el terreno”, destacó el ejecutivo. “Además, nos había matado en playoffs, así que tuvimos la oportunidad de trasladar esa producción a nuestro bando y allí están los resultados”.

Hasta el año pasado, Lissón bateaba .302/.436/.714, con ocho vuelacercas y 18 remolcadas de por vida contra Caribes en postemporada, sin incluir finales, pero quedó disponible para entrar en el Draft, luego que los Navegantes quedaran eliminados en la ronda regular.

“La oportunidad que me dio Magallanes de jugar todos los día ha sido muy importante para alcanzar ese rendimiento”, destacó el caraqueño, de 32 años de edad. “Cuando estaba con Leones no tuve ese chance de jugar completo. En la 2007-2008, (el manager) Carlos Hernández me dio muchas oportunidades de juego en los primeros dos meses, después de eso todo fue muy intermitente. Una vez que llegué a Magallanes (proveniente de un cambio con Zulia) empecé a jugar todos los días y eso ayudó mucho, porque ya no tenía que estar pendiente de dar tres hits para poder jugar al siguiente. Esos son detalles que te relajan la mente. En Valencia me he sentido como en casa, no hay duda sobre el cariño que le tengo a Magallanes”.

En los dos primeros partidos de la serie de playoffs contra los Tiburones de La Guaira, Lissón se fue de 7-2, sin remolcadas, pero en los siguientes tres juegos volvió a ser el temible bateador que lo tiene entre los más rendidores durante esta etapa del torneo.

“Estoy siendo un poquito más agresivo desde que llegamos aquí (el Estadio Universitario)”, explicó antes del encuentro del sábado. “En Puerto La Cruz aún no estaba en confianza, estaba tratando de saber dónde estaba, adaptándome. En esos primeros dos juegos, La Guaira comenzó ganando. En Caracas las cosas nos han salido bien, hemos tomado buenos turnos y el pitcheo ha hecho el trabajo”.

En tres encuentros, los orientales superaron a los locales 35 carreras a siete y tomaron el control de la serie de playoffs, antes de regresar a casa este lunes para buscar un triunfo más que los ponga en semifinales. Lissón ligó de 10-4, con tres jonrones, ocho producidas y tres boletos en ese lapso.

Una actuación que colocó su nombre junto a grandes peloteros de la LVBP. No solo igualó a Armas, sino que elevó su total vitalicio de remolques a 65, dos más que los 63 logrados por David Concepción, otro inmortal del circuito, en 443 turnos en postemporada. Lissón solo suma 311 veces al bate.

Antes, en la eliminatoria conectó ocho vuelacercas para elevar su tope personal con la nave a 46, cifra que le ayudó a superar al gran Luis “Camaleón” García (44) para colocarse detrás de Richard Hidalgo (56), como el segundo mayor jonronero en los anales de Magallanes.

“No me siento a pensar en las cosas que he hecho, en los últimos años”, reveló. “Cuando llego a la casa después de terminar la temporada solo pienso en que no ganamos el campeonato, que perdimos las dos últimas finales (con los Navegantes). Y en las anteriores campañas, cuando ganamos, solo pensé que lo habíamos logrado. A veces me tomo un tiempo en ver los numeritos porque tengo muchos amigos que están pendiente de eso. Mi hermano es el primero que lo hace y me va diciendo como voy en las estadísticas y las cosas que he logrado”.

Para Lissón lo más importante es que el equipo para el que juega triunfe. Tal vez por eso su rendimiento en enero lo ha metido entre los grandes del circuito.

“Jugar en postemporada es algo importante, todos los juegos son de vida o muerte. Antes cuando estaba el Round Robin era igual. En estas series cortas hay mucha intensidad. Esa adrenalina me motiva bastante”.

Si mantiene el ritmo, irá escalando en las listas históricas de la LVBP, aunque no es algo que se proponga cada vez que aparece en el plato.

“Seguiré trabajando y manteniéndome sano para aportar”.

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