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Omar Malavé: “Fue una temporada accidentada”

30/12/2016

Foto: Prensa Magallanes BBC

Alexander Mendoza | Prensa LVBP

Valencia.- La inconsistencia que afectó al Magallanes durante toda la temporada, signó la última semana de la eliminatoria. Los Navegantes llegaron a ser dueños de su propio destino, lograron tener en sus manos la posibilidad de avanzar a los playoffs, pero fallaron en su intento y quedaron eliminados por primera vez desde la temporada 2010-2011.

Un apesadumbrado Omar Malavé, manager interino tras el despido de Carlos García el 5 de diciembre, admitió que esperaba más del equipo, pero que nunca logró juntar todos los factores para meterse entre los seis de mejor récord que disputarán el título de campeón de la 2016-2017 en enero.

“Fue una temporada accidentada para nosotros, en varios aspectos, incluido el cambio de manager”, soltó minutos después de la derrota contra Caribes de Anzoátegui en el Estadio José Bernardo Pérez, que puso punto final a la campaña de los navieros, el jueves por la noche. “Muchos altibajos. Si vamos bien atrás, al inicio, podemos señalar muchas cosas. Nuestro pitcheo abridor no funcionó. Entonces, cuando sumas todo, llegas aquí y te das cuenta que por un juego te quedas afuera. Pero así es la pelota”.

Los filibusteros terminaron con la peor efectividad colectiva del circuito (4.62), mientras que sus abridores apenas pudieron transitar 220.2 innings, la menor cantidad entre los ocho clubes, y exhibieron un promedio de 5.10 carreras limpias, el más elevado de la eliminatoria.

Salvo Mitch Lively, en la primeros tres cuartos de la campaña, Stolmy Pimentel y, luego Alex Sanabia, Magallanes no tuvo iniciadores estables, capaces de cubrir al menos cinco episodios. Antes de la decimotercera semana de la eliminatoria en 10 ocasiones el abridor no terminó la primera entrada y en otras siete ni siquiera recorrió tres episodios.

“El beisbol te enseña y estamos tratando de aprender de esto. Después de cuatro finales seguidas (y dos títulos). Tanto nuestros fanáticos como yo mismo nos habíamos acostumbrado a estar ahí. Pero debes venir preparado. No hay enemigos pequeños. Se quedan afuera Caracas y Magallanes, quien iba a pensar eso (por segunda vez en la historia). Pero así es la pelota”.

Con Malavé al timón, la nave jugó para 11-8, pero la tendencia de los abridores no mejoró. En ese lapso lograron tirar 74.2 capítulos, casi cuatro por juego, pero con las incorporaciones de Eduardo Rodríguez y Félix Hernández parecía que, una vez clasificado, Magallanes armaría una rotación temible en enero. Solo que el par de grandeligas llegaron con un plan de trabajo que los limitaba y, durante su estadía en el país, se vieron afectados por problemas físicos.

“Cuando logramos barrer en Margarita, todo parecía indicar que el equipo tomaría el rumbo definitivo, pero no fue así. Desafortunadamente, no ganamos en casa”.

En los siguientes cuatro desafíos, los Navegantes jugaron para 1-3 y sus iniciadores apenas completaron 12 tramos en los que encajaron 12 rayitas limpias.

En ese período, la ofensiva apenas ligó de 49-12 (.245) con corredores en posición de anotar y cuatro de los hits que conectaron en esa situación llegaron en la única victoria. Contra Anzoátegui apenas golpearon de 9-1 cuando consiguieron hombres en segunda y tercera, en tanto que la única carrera que anotaron fue por un error del rival.

“Hay que contribuir en todos los aspectos y no pudimos. Eso fue lo que nos pasó”, se lamentó Malavé.

En la ronda regular, Magallanes dejó atascados a 974 corredores en base, la tercera cifra más elevada y al momento de conseguirlos en posición de anotar su promedio fue el peor (.265).

José Tábata, quien durante buena parte de la eliminatoria fue líder bate, terminó tercero en el circuito con average de .364 y lideró a los nautas con 35 remolcadas, igualado con Mario Lissón. Pero ambos, usualmente insertados en la parte medular del lineup, llegaron al último juego del calendario combinándose para .266 (105-29) del séptimo inning en adelante, mientras que 167 compañeros quedaron esperando remolque cuando se encontraban en el plato, casi el 18% del total del club.

“Los peloteros sabían lo importante que eran los tres últimos juegos en casa. Por mi parte, desde que agarré al equipo estuve contento con su desempeño. Todos trataron demasiado de estar en la postemporada. Pero los partidos hay que jugarlos, hay que producir. No importa que tanto pitcheo tengas. Cuando ves, que cuantas con Félix Hernández, una súper estrella, abriendo un juego, y lo pierdes 4-1, te das cuenta, que debes producir”.

Con Malavé, el club logró verse mejor por ráfagas, pero su mal inicio en octubre (8-12) terminó siendo una pesada carga.

“Estoy agradecido con todos los fanáticos que vinieron y nos acompañaron en las buenas y en las malas”, apuntó el experimentado estratega, que estaba en su tercer año como coach de banca filibustero.

“También agradezco al Magallanes por darme la oportunidad, por confiar en mí (para dirigir). Me gustaría regresar (como piloto), pero es algo que está en manos de la directiva”.

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