Miami, Florida.- Filadelfia no tiene mucho por qué sonreír con sus Filis, que están teniendo una temporada algo sombría. Hoy cargan con el peor récord de las Grandes Ligas, con apenas 21 triunfos en 59 duelos.

Poco para sacar pecho, aunque individualmente, el segunda base venezolano César Hernández se ha erigido como una de las grandes historias dentro del dugout cuáquero. "En lo particular las cosas me están saliendo bien, pero espero que al grupo le empiece a salir todo", dijo el valenciano, quien lidera a su equipo en hits (66), carreras anotadas (40) y bases alcanzadas (95).

La franquicia agradecería que se cumpliera el deseo de Hernández, ya que el mes de mayo terminó siendo un desastre, luego de un arranque prometedor, al ganar solo seis de 28 cotejos.

"Estamos pasando por un mal momento, pero la pelota es algo impredecible, y por eso no sabemos que va a pasar en lo que resta de temporada", advierte el pelotero de 27 años de edad, quien espera establecer topes personales en varios renglones durante 2017, incluso en jonrones.

Ya tiene cinco bambinazos y todavía la campaña no alcanza su ecuador. En la zafra pasada sacó seis pelotas, y antes de este calendario contabilizaba ocho vuelacercas en cuatro temporadas previas.

"Gané un poquito más de peso y musculatura, y esperemos que esos contactos fuertes sigan saliendo. La mecánica de mi swing ni la toqué, pero la pelota está saliendo más", explicó el camarero, quien batea para .277/.336/.735.

"El trabajo del día a día durante la temporada muerta y la temporada son claves. Siempre mi meta fue ser el segunda base de los Filis, y gracias a Dios estoy teniendo esta oportunidad", prosigue Hernández, quien se ha ganado su lugar a pulso.

Esa confianza de su equipo hacia él hace que su juego fluya mejor. "Lo bueno de ser regular es saber que mañana hay otro juego. Si hoy te va mal, siempre puedes mejorar", contó el beisbolista, que tiene la receta para que su divisa levante de aquí al final de zafra.

"Creo que nuestro ánimo debe cambiar, porque todos los equipos pasan por aquí. Un día están arriba y al otro bajan. Así es esto", concluyó.